El cuadro olvidado

En el fondo de una habitación abandonada en el cuerpo de aquel ser se lo ve al cuadro olvidado que jamás fue observado, lleno de sentimientos con pensamientos obscuros repletos de dolor y sed de amor.
Con frialdad asomando por sus ventanas paraliza la idea de una compañía grata de saber que sus penas ya han sido olvidadas por aquel que nunca lo tuvo en cuenta.
Un parálisis de sensaciones lo llevan a sentir algo especial que lo arrastran hacia una larga soledad seguida de momentos frívolos de paz. Un silencio inoportuno rompe aquel estruendo que sacudió a su alma, dejándolo abandonado, solitario…
La luz que alumbra a su corazón se apagó y parece que varado se quedó, cuando el no sabe que a paso ligero acelera su marcha.
Se caen las paredes, dejando ese cuadro al descubierto en un mundo donde todo es igual y las rutinas no son más que sensaciones, deja de ser solo un cuadro para ser una pintura que todos observan pero que nadie se atreve a tocar, por miedo a contagiar su ansiedad por vivir.
En la libertad puede verse descubriéndose frente a una lengua que le habla sin palabras, llena de rencor y desesperanza, dejándose ser por lo que alguna vez fue felicidad y su dolor se vuela con la brisa, quien levanta las paredes de esa habitación dejándolo otra vez en el fondo, frío y solo, como siempre estuvo…ese cuadro olvidado…

Escrito por Martín R. Montanri