Corazón Sangriento

Saliente de pensamientos que brotan de mi cabeza
brillan suturando la herida de mi corazón.
Le pido a tu mirada que hable
para que un pestañeo se transforme en algo más que solo una palabra...
Todo es nada sin vos; me retumban los lazos, se me caen a pedazos,
observo tus ojos y veo que ya no estoy allí...
La luz que ahora me ilumina es el calor de tu espalda,
llena de arrogancia cubriendo el dolor.
Pudor eterno de esclavitud,
flechazo divino que penetro profundo en mi.
Yace mi corazón sepultado esperando el fin de tu decisión,
encadenados mis latidos saturan
mi alma con gritos despedazados cubriendo mi dolor...
Dolorosa sensación de esclavitud...
nostálgica melancolía de encierro...

Escrita por Martín R. Montanari

Espina

Como flechas que se clavan en vez de ser los pétalos de esa rosa que alguna vez amé
caen sobre mi pecho para ser las espinas que ahora son.
Me retumban los lazos, se me caen a pedazos
y cada vez que lo pienso siento lo que no se sentir.
De a poco y con dolor la sangre corre por donde no sabe correr
para darle movimiento a esta máquina que aquí varada se quedó.
La paz interior no es suficiente para detener semejante avalancha
de recuerdos ingratos rellenos con tristeza disimulada.
Exprimir el dolor como si fuera un jugo es más fácil que llorarle a una falsa ilusión
de amor con la cual el corazón se ahogó en su propio mar de lágrimas.
Su olfato de lástima se llenó, y al final terminó siendo un perdedor con cara de winer
arrogante de tristeza que con ella se quedó ya que la felicidad juega a mi favor,
despreocupándome de un pasado que alguna vez me perturbó.

Escrita por Martín R. Montanari

Esta la escribi hace mucho, quiero aclarar que lo expresado en esta obra no son mi sentimientos actuales...

Estrella opaca

Sin paciencia no logro entender lo que me rodea y me doy cuenta que cada miniuto que pasa una nueva ventana se cierra,al pasar horas logro comprender el problema de ser lo que soy.

Como punta de flecha penetra el frío en el corazón que sin aliento ya no puede gritar ese gol.

Hielo lustrado brillando en el fondo, como brazas que arden sin saber por que...

Válido como una mentira barata se ve caer el sol dando un ocaso casi perfecto, cubierto por una luna desenvolvente como una brisa primaveral.

Escudo de amor que abraza a mi corazón, protégeme de esta flecha que por cada segundo duele un poco más...

Lazo eterno de dulzura, saca de mi ese dolor que tanto me ahoga...

Escrita por Martín R. Montanari